Asi que mi Dios les proveerá de todo lo que necesite,
conforme a las gloriosas riquezas que
tiene en Cristo Jesús
(Filipenses 4:19).
-¡Oigan! ¿Qué es eso? -preguntó Víctor.
“Pío, pío. Pío, pío”.
—¡Shhh! -Víctor se llevó el dedo a los labios, mientras él y José se acercaban al sonido.
-¿Qué supones que es? -susurró José.
-No sé, pero vamos a ver -urgió Víctor, moviendo rápidamente una rama hacia un lado- ¡Mira!
Allí debajo de los arbustos, estaba sentado un pájaro pichón mirando hacia los dos gigantes que lo observaban. “Pío, pío”, gorjeó.
-¡Oh, no! Debe haber caído de su nido -exclamó Víctor.
-¿Qué vamos hacer?
-Vayamos a hablar con el guardabosques.
En la reserva natural, el guardabosques tomó al pájaro y les preguntó a los chicos si ellos lo ayudarían a darle de comer.
-¡Claro! ¿Crees que vivirá? -preguntó José.
-Bueno, este pichón es una de las criaturas de Dios. Está en sus manos. Pero, nos aseguraremos de darle mucha comida.
Y así lo hicieron. El pajarito creció y creció. Finalmente, llegó el momento de liberarlo de nuevo a la naturaleza. Víctor y José llevaron cuidadosamente la jaula del pájaro a los arbustos cerca del lugar donde lo habían encontrado.
-Bueno, abran la jaula -les dijo el guardabosques.
Al abrirse la puerta de la jaula, el pájaro parecía salir de puntillas. Luego, extendió sus alas y voló hacia arriba, hacia los altos robles.
¿Y AHORA?
A pesar de lo pequeños que son los pajaritos. Dios conoce sus necesidades
y se encarga de ellos.
¿De qué manera hizo Dios lo mismo por ti?
SPLASH:
El colibrí (picaflor o pájaro mosca) es la único ave que puede flotar y volar hada atrás. Algunos colibríes pueden batir sus alas tan rápido como ochenta veces por minuto.