«Señor, has traído una gran alegría; muy grande es el gozo». Isaias 9: 3
¿Recuerdas de qué conversamos ayer? Te lo voy a recordar. Hablamos de tu nacimiento y de lo felices que estaban tus padres, toda la familia y amigos cuando naciste. Fue un momento de gozo y alegría para todos.
También hablamos del nacimiento de Jesús. A él no lo estaban esperando como a ti. Pero Dios no lo dejó solo, él envió a los ángeles a visitar a unas personas que estaban cuidando sus ovejitas y les dijo que fueran a ver al bebé que había nacido.
Ellos fueron al lugar donde estaba Jesús y todos estaban muy alegres. Si, amiguito, Dios sabe cuándo te sientes solo o estas triste. Por eso te regaló a tus familiares y tus amigos, para que te acompañen y te den momentos de alegría. A veces utiliza aun a las personas que no conocemos para hacernos felices. Como los pastores que fueron a acompañar a María y José en el nacimiento de Jesús.
Junto a tus padres, piensa en actividades que pueden hacer juntos, para pasar momentos agradables.
Oración: Gracias, Señor, por los momentos de alegría que nos das.