Se les enseño […] ponerse el ropaje de la nueva naturaleza, creada a imagen de Dios, en verdadera y justicia y santidad. Efesios 4:22,24 NVI.
Para muchos comercios, celebrar la navidad es cosa del pasado, pero no por eso la olvidan. Esto es porque en algunos rubros; el 50% de las ventas totales del año se hacen en Navidad¡ y una de las categorías más importantes en los regalos son los artefactos electrónicos.
Pocos años atrás, la mayoría de los niños recibía juguetes tales como muñecas, camiones, juego y animales de peluche. Hoy en día muchos piden videojuegos, celulares inteligentes y tabletas.
Mientras que hay juegos, películas y música que tienen mensajes saludables, algunos están plagados de mensajes negativos y también pecaminosos. Un ejemplo son los video-juegos en que el objetivo del jugador es robar automóviles o golpear o matar al “enemigo”. ¿Es esto algo que haría un cristiano? Y si no lo es, ¿Debería un cristiano jugar con eso?
Algunas veces pensamos. “Esta clase de cosas no me afectan”. Voy a la iglesia, oro y leo la Biblia casi todos los días. No soy como uno de los personajes de esas películas o juego. “Esto es solo para divertirme”. Pero todo aquello con lo que tú y yo entramos en contacto nos afecta de una manera o de otra, no importa cuán grande o pequeña sea. Somos transformados, para bien o para mal, por aquello que vemos, tocamos u oímos. Una continua exposición a la violencia, aun siendo imaginaria, cambiará tus pensamientos y guiará tus actos de formas que podrías no reconocer.
En caso de duda, abstenerse.
Splash Un ejemplo: En los Estaos Unidos la Comisión Federal de Comunicaciones, que supervisa los contenidos televisivos, descubrió el doble de cantidad de violaciones a las normas respecto de las de hace diez años, por cuestiones como la indecencia y la blasfemia.
¿Y AHORA? ¿Posees algún elemento cuestionable? Si no estás seguro, Pregúntate: ¿Podría jugar con esto, escucharlo o verlo si Jesús estuviese sentado a mi lado?