«Háganlo todo decentemente y con orden». 1 Corintios 14: 40
¿Sabes quiénes eran los levitas? En los tiempos bíblicos ellos eran los encargados de
realizar todos los trabajos del Templo o casa del Señor. Cada uno de ellos hacía bien su
trabajo para que el Templo estuviera limpio y ordenado.
Probablemente pienses, ¿cómo sé que una habitación está ordenada? Pues cuando
cada cosa está en el lugar en el que debe estar. Por eso, cuando usas algo debes po-
nerlo en el lugar que papi o mami le han asignado.
Aunque eres pequeñito, tú puedes ser una persona ordenada. Así que cuando
termines de jugar, guarda tus juguetes. Coloca la ropa sucia en el cesto que le co-
rresponde. Cuando hagas tus tareas de la escuela, guarda tus materiales escolares.
Con la ayuda de mami, vamos a jugar un poquito. Yo voy a mencionar algunos
objetos y tú me dirás dónde deben ser colocados.
1. Los platos van en
2. La basura va en
3. Los zapatos van en
¡Muy bien! Ya puedes comenzar a organizar tus cosas. Si aún
no puedes caminar mami lo hará contigo, hasta que puedas solito
Si colocas todo en el lugar correcto, podrás encontrarlo de
inmediato cuando lo necesites y todos sabrán que eres ordenado.
Oremos: Gracias, mi Dios, porque creaste la luz y con ella puedo ver todo a mi alrededor.