Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación. (Efesios 4:29).
¿Has participado de algún retiro espiritual o campamento espiritual junto con
tu iglesia? ¿Qué es lo que más recuerdas de esa actividad? ¿Sabías que desde
su inicio la Iglesia Adventista del Séptimo Día realizaba este tipo de eventos?
Allá, por el año 1868, durante la primera semana de septiembre, la primera
reunión oficial de campamento adventista del séptimo día se llevó a cabo en
la pequeña ciudad de Wright, Michigan. Un señor llamado Root permitió que
las reuniones se celebraran en sus sembradíos, y muy pronto los carros tirados
por caballos, las sillas de paseo y los caballos que llevaban jinetes, se acerca-
ban por los caminos hacia su granja.
Trescientas personas se quedaron durante esa semana. La mayoría de ellos
dormían en las 22 carpas que la iglesia les había proporcionado. Los visitantes
venían no solo desde Michigan, sino también desde Wisconsin y desde mucho
más lejos, como Nueva York. Durante algunas de las reuniones, más de dos mil
personas se sentaban en el suelo o en los bancos rústicos de leños, para oír la
Palabra de Dios. Las reuniones se celebraban a la sombra, debajo de los árboles.
Sin embargo, también habían sido preparadas dos grandes tiendas de campaña,
por si llovía.
Si bien James y Ellen de White y J. N. Andrews daban la mayor parte de los
sermones, casi una docena de ministros estaban allí para ayudar a fortalecer a
los creyentes. Algunas ciudades tenían solo algunos adventistas del séptimo día,
y las reuniones de campaña eran un momento maravilloso para encontrarse con
personas que tenían creencias similares. Era una oportunidad para compartir
experiencias y obtener nuevos conocimientos espirituales.
SPLASH
J. N. Andrews, el predicador en las reuniones de cam-
paña, se convirtió en el primer misionero oficial de
ultramar para la iglesia Adventista del Séptimo Día.
Más tarde, una universidad adventista fue nombrada
en su honor.