«El sol no te hará daño de dia, ni la luna de noche».
Salmo 121 : 6
¿Te gusta el sol? Se que si. Tal vez te gusta que sus rayos te calienten por
la mañana cuando hace frío. Ahora dime, ¿te gusta cuando el sol te
calienta al mediodia? Se que no, A esa hora hace mucho calor y si te
expones mucho tiempo a la luz tu piel se quema.
Ahora dime. ¿Qué hace mami para que el sol no le moleste? Ella usa
una sombrilla, fijate en la imagen. La sombrilla no permite que la luz
del sol te queme, así puedes andar bajo el sol sin sufrir molestias.
Cuando los israelitas viajaban por el desierto, Dios los
protegía del sol con una columna de nube. Por eso David
dice que Dios es nuestro protector. Asi que nada, ni siquiera
el sol, puede hacernos daño.
Jesús puede protegerte así como la sombrilla te protege. Sólo
debes pedirle que sea tu protector.
Oremos: Querido Jesús, quiero que hoy seas mi protector.