Entonces Lot escogió para sí toda la llanura del Jordán… Abram acampó en la tierra de Canaán, en tanto que Lot habitó en las ciudades de la llanura, y fue poniendo sus tiendas hasta Sodoma. Génesis 13:11,12
Cuando finalmente llegó la hora de dejar Egipto y de regresar a Canaán, Abram “era riquísimo en ganado, en plata y en oro” (Génesis 13:2). Su sobrino, Lot, también había ganado más riquezas mientras estaba en Egipto y tenía “ovejas, vacas y tiendas” (vers.5). Y allí comenzó el problema. Los pastores de Lot comenzaron a discutir con los de Abram por las tierras de pastoreo.
«Nosotros teníamos a nuestras ovejas y nuestro ganado en esta ladera antes que ustedes Así que, ¡fuera de aquí!»
“No, ustedes no estuvieron antes. ¡Nosotros estábamos aquí antes!”
“¿Quién lo dice?”
Y así, se gritaban de aquí para allá, el uno al otro. La cosa se estaba convirtiendo en una discusión caliente y, cuando eso ocurre, es fácil que comience un enfrentamiento, y que se extienda por todos los alrededores. El rebaño se mezcló, el polvo y el mal genio se elevaron, y pronto llegó a ser evidente que tendrían que volver a sus amos por ayuda.
Abram no quería pelear. Como que era un amigo cercano de Dios, actuaba como él. Así que, le dijo a Lot: «No peleemos por esto. Hay mucha tierra. Puedes elegir primero. Si vas a la izquierda, iré a la derecha. Si vas a la derecha, iré a la izquierda.
Los ojos de Lot brillaron con codiciosa anticipación. ¡Tenía la primera elección! En realidad, Lot le debía todo lo que tenía a su tío, pero, en lugar de ser lo suficientemente cortés como para tornar la segunda opción, egoístamente pensó en sus propias ventajas. Sus ojos recorrieron la campiña y, finalmente, se detuvieron en el hermoso y verde valle del Jordán, con su exuberante tierra de pastoreo y fruta tropical. Lejos al sur, resplandecían las prósperas ciudades gemelas de Sodoma y Gomorra’. La región entera lucía algo así como el paraíso perdido que Adán y Eva habían conocido.
Deslumbrado por la vista, Lot gritó con entusiasmo mientras señalaba hacia el valle: «¡Tomaré aquella área!”
Y así se separaron. Abram se quedó en la tierra de Canaán, y Lot se mudó al valle y levantó su tienda hacia Sodoma. Fue una elección codiciosa, que le dio ventaja a Satanás.