La herida de la pierna del hombre estaba en carne viva e hinchada, y la podre-
dumbre llegaba hasta los huesos. Dolores abrió la boca de asombro y miró los
ojos suplicantes del hombre. La reunión evangelizadora había terminado, y mu—
chos se habían acercado para pedir oración; pero este era el peor de los casos de
enfermedad que Dolores había visto en su vida. Cuando terminó de orar, una ex-
traña sensación se apoderó de ella.
—Vuelva mañana —dijo ella.
Dolores regresó a su casa, pero no pudo dormir. La imagen de la pierna del
hombre volvía a su mente una y otra vez, «Dios, ¿qué estás tratando de decir—
me?», preguntó.
Al día siguiente, ella encontró a un médico y le consultó qué hacer. Entonces,
compró algunos elementos y se fue a la reunión llevando las instrucciones del
doctor.
Cuando el hombre llegó, Dolores le limpio la herida. Se dio cuenta de que le
dolía, pero él no decía ni una palabra. Ella repetía el proceso cada dos noches y,
para cuando las reuniones finalizaron, la herida ya estaba saludable y un círculo
de piel sana había empezado a crecer alrededor de los bordes.
Por medio de un intérprete, el hombre le dijo que había gastado todo su dine—
ro en esa pierna. Él estaba a punto de rendirse y morir, pero oró y Dios le indicó
que fuera a las reuniones, donde recibiría ayuda.
Dolores tenia lágrimas en sus ojos al comprender lo que Dios había hecho. A
veces pides milagros, se dijo a si misma Dolores, y algunas veces tú eres el milagro.
SPLASH La «delgada» piel: Aproximadamente cada 27 días, nuestros cuerpos desprenden y reemplazan nuestra capa exterior de piel. Podemos tener hasta mil nuevas capas de piel menor en toda una vida.