Experimenta: ¿Qué piensa Jesucristo de los tropiezos? Éi dijo que tropezar es inevitable, le ocurre a cualquiera. Pero cuidado con aquel que provoca el tropiezo, porque le irá mal. Si Jesús lo dijo, así será.
Unos muchachos reían y jugaban a mitad del pasillo donde Mario pasaría. Era un poco tímido y llegar a una nueva escuela era difícil. Sin embargo, caminó con seguridad. Ray se dio cuenta de que Mario era nuevo. Tuvo una idea. Deslizó lentamente la pierna y, cuando Mario pasó frente a él, estiró el pie y Mario tropezó, cayendo de frente al piso. Todos se rieron y burlaron de Mario, mientras se levantaba del piso. No sabía qué dolía más, si el golpe o la vergüenza.
Una linda señorita lo ayudó a levantar sus cosas. A la mañana siguiente, Mario y Ray fueron llamados a la oficina del director. Aquella muchacha le había contado a su padre, el director, lo sucedido. El director le dio la bienvenida a Mario y pidió a Ray que le ofreciera una disculpa por haber ocasionado su tropiezo. El director entregó a Ray una carta para sus padres, que informaba que lavaría los baños de varones durante los tres días siguientes, después de clases, debido a su mal comportamiento. Ray no lo podía creer. Seguramente sus amigos se burlarían de él. Era intolerable y protestó en voz alta. El director, amablemente, replicó a Ray que no creía que sus amigos se burlaran de él más de lo que se burlaron de Mario cuando él lo hiciera tropezar.
Ray lavó los baños durante los tres días siguientes y deseó con todas sus fuerzas no haber hecho la travesura. Definitivamente, fue una mala idea. ¿Tú también has hecho algo a propósito para que a alguien le vaya mal? Necesitarás pedir una disculpa por lo que hiciste y esperar las consecuencias. Aunque signifique pasar la misma vergüenza que provocaste. ¡Qué tristeza!
“No se puede evitar que haya incitaciones al pecado; ¡pero ay del hombre que haga pecar a los demás!” (Lucas 17:1).
Tomado de: Lecturas devocionales para Menores 2015 “Ciencia Divertida” Por: Yaqueline Tello Ayala