Experimenta: ¿Conoces a las urracas? La urraca o «pica pica» es considerada una de las aves más astutas.
Los colores de sus plumas varían: la cabeza, la cola y las patas son negras; su pecho y parte de las alas son blancos; la cola y las alas son color metalizado de azul a verde. Es ruidosa, sobre todo cuando se siente en peligro. Con su voz áspera llama la atención.
Hace varios nidos y escoge en cuál criará a sus polluelos. Esos nidos son grandes y muy especiales. Primero la urraca construye una base de ramas secas con un poco de hierba y tierra. Después forma el nido con todo lo llamativo que encuentre; sus gustos son diversos y algunos hasta refinados. Encuentras en su nido raíces, ramas, hojas, pelos, trozos de vidrio, pedazos de lata, anillos de oro, piedrecitas brillantes, trozos de espejos y toda clase de objetos brillantes.
Las urracas tienen debilidad por los objetos brillantes y son capaces de robar lo que les gusta de otro nido. Guardan celosamente sus objetos más preciados, como sus tesoros, ya sea en sus nidos o escondidos donde únicamente ellas saben. Lo mismo hacen con su comida favorita.
A algunos seres humanos les atraen las cosas brillantes que no les pertenecen. Recogen aquí y allá cosas de cualquier tipo. Las guardan celosamente y siempre piensan en tener más. A muchos les resulta fácil guardar incluso lo que no es de ellos, lo que han robado u obtenido injustamente, con el pretexto de que es para la familia. Cuídate de no tomar lo que no es tuyo, aunque brille y se vea bonito. Si no lo ganaste con tu esfuerzo o dinero, o si no te lo regalaron, no tienes por qué tomarlo para ti.
A Dios no lo agradan quienes roban o llenan su casa de objetos que obtuvieron indebidamente; tampoco los que acumulan basura. Siempre actúa con completa honestidad y comparte lo que recibes. Dios hará que sus bendiciones abunden en tu vida.
“¡Ay de ti, que has llenado tu casa con el producto de tus robos, para ponerte a salvo de todo peligro!” (Habacuc 2:9).
Tomado de: Lecturas devocionales para Menores 2015 “Ciencia Divertida” Por: Yaqueline Tello Ayala