Experimenta: El correcaminos corre para huir o atrapar a sus presas
Hay varias aves que no vuelan, como las gallinas. Pero un pájaro le gusta más correr que volar: el correcaminos. Vuela únicamente en ciertas circunstancias. Si tiene que bajar de un árbol, o cuando está encerrado y desesperado por salir, hará intentos de volar; pero en cuanto abran la puerta, saldrá para correr a la velocidad que permitan sus patas y gran cola. El correcaminos puede correr a más de 30 kilómetros por hora.
Su dieta consiste en serpientes, escorpiones, lagartos, ratones, caracoles y algunos gusanos e insectos. Para ver alguno en plena acción, puedes viajar al sur de los Estados Unidos o el norte de México, porque vive en zonas más bien desérticas.
Proverbios 6:16-19 dice que hay seis cosas, aun siete, que Dios aborrece. La quinta es: «Los pies que corren ansiosos al mal». El Señor detesta a la persona que se apresura para hacer mal a alguien; hacer una travesura que perjudicará a alguien o una borma pesada de mal gusto. No seas de los que se portan bien solamente cuando los vigilan. De los que esperan a que sus papás se distraigan o les den un poco de permiso, para salir corriendo a portarse mal. Dios los aborrece.
Corre para ayudar a quien lo necesite. Corre para huir de una situación en la que te vayas a meter en problemas. Corre a levantar al que se caiga, Corre cada vez que tengas oportunidad de hacer el bien a alguien. Corre a los brazos de Jesús cada día. Él te espera: ve tan rápido como puedas.
«La mente que elabora planes perversos, los pies que corren ansiosos al mal» (Proverbios 6:18)
Tomado de:
Lecturas Devocionales
para Menores 2015
“Ciencia divertida
para cada día”
Por: Yaqueline Tello Ayala