Todos sabemos que un mal comportamiento o una mala actitud nos puede separar de Dios, pero también hay cosas buenas que nos pueden separar de él.
Cosas como la escuela, el trabajo, los amigos o la simple diversión tienen su lugar, pero en ocasiones permitimos que estas cosas tengan prioridad sobre Dios, Dios no quiere estar por encima del mal en nuestra vida, él quiere tener el primer lugar en nuestra vida.
¿Cuáles son algunas de las cosas que no son necesariamente malas pero que han ocupado un lugar de mayor importancia que Dios en tu vida?
¿Qué puedes hacer para asegurarte de que tienes un equilibrio entre el bien y Dios?
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Lección de Escuela Sabática Adventista para Jóvenes 4to. Trimestre 2015 «Biblia y Realidad» Lecc. 4 – Dale la Vuelta