El fruto del justo es árbol de vida; y el que gana almas es sabio. Proverbios l1: 30.
Denis Nomboth era un cliente mío que me solía hacer muchas preguntas acerca de la Biblia cada vez que nos encontrábamos en su oficina. Un día, uno de los gerentes de la empresa entró en la oficina de Denis mientras teníamos un serio estudio bíblico, y dijo: “¿Acaso la oficina se ha convertido en una iglesia?” Desde ese día nos encontramos cada sábado de tarde en la casa de mi cliente para tener estudios bíblicos. Los temas estaban basados en las muchas preguntas que venían a su mente luego de leer nuestros libros.
Después de varios meses de estudio, fui a su casa un sábado para nuestro estudio semanal y su hija mayor me abrió la puerta y me dijo emocionada: -¡Lo que nos ha estado enseñando es la verdad! Ya no necesita venir aquí para darnos estudios bíblicos, ¡venga mañana y llévenos a su iglesia!
Yo le respondí que venía del servicio de adoración. Ella volvió a repetir: —No, hoy es sábado; Llévenos al servicio de adoración mañana. Insistí que el servicio de adoración ya había terminado, pero agregué: -Si me lo permites, podemos hablar acerca del sábado hoy.
—Sí —respondió ella—. Hemos estado estudiando por varias semanas, y no debemos parar en la mitad. Me senté con toda la familia y estudiamos la verdad del sábado de acuerdo con el Antiguo y el Nuevo Testamentos. Entonces, la hija mayor miro a su familia y le preguntó:
-¿Qué piensan? Por favor, digan algo. Denis y su esposa respondieron: -Claramente, esto es bíblico. No tenemos nada que objetar.
El sábado siguiente llevé a la hija mayor a la iglesia Adventista de Yaounde, y la siguiente semana a la familia completa. Los padres y sus cinco hijos asistieron al servicio de adoración el sábado. Al poco tiempo, los siete fueron bautizados. ¡A Dios sea la gloria!
Mientras estudiaba la Biblia con la familia Nimboth, un amigo de ellos se interesó y me invitó a su casa para tener estudios bíblicos. Luego de algunos meses de estudio, el Sr. Djouboune, su esposa y su hermano aceptaron el mensaje y fueron bautizados. Ahora son parte de la familia de la iglesia.
Hoy ambas familias son miembros comprometidos y dedicados, y Denis es uno de los ancianos de iglesia. Le agradezco a Dios por el privilegio y el gozo de llevar a diez hermosas almas a él en un año.
Eva Akane, Camerún.
Tomado de: Matinal para Colportores 2015 «Encuentros con la gracia de Dios» Compilado por Howard Faigao