Obviamente lo son para Dios. Son tan importantes que está dispuesto a transferir sus promesas de un grupo de personas a otro, y a diferentes naciones. ¡Esas si que son promesas! ¿Habrás hecho una promesa que es muy importante en tu vida? ¿Alguna promesa que realmente has decidido cumplir?
Piensa en esas promesas y lo que tienes que hacer para cumplirlas, y esfuérzate en hacerlo. A la misma vez, dedica tiempo a la oración para que logres ser un cristiano de palabra y honra a Dios con las promesas que le hagas a él y a los demás
*Plan de lectura para esta semana* Patriarcas y profetas, capítulo 44 Josué 1-5: 12
Lección de Escuela Sabática Adventista para Jóvenes 3do Trimestre 2015 Lecc. 6 Las promesas no mueren