Experimenta: ¿Cuánto es el buen juicio y la sabiduría que Dios te ha dado? Si te alcanza para maltratar con rapidez a alguien y nada más, pide a Dios que te dé más; aceptará con mucho gusto.
El avestruz es famosa por ser el ave más grande, ya que puede llegar a medir alrededor de tres metros de altura y pesar más de 200 kilos. Algo que llama la tensión de esta gigantesca ave es que su cerebro es más pequeño que uno de sus ojos. Esto ha hecho pensar a muchos que no posee inteligencia y ciertamente no se equivocan. Incluso la Biblia dice que Dios no la hizo sabia o dio un fragmento de buen juicio; por eso pone los huevos en la tierra y pasa sobre ellos sin importarle si los aplasta. Cuando nacen, maltrata a sus polluelos como si no fueran suyos. Puedes ver a un avestruz pasar el día sin hacer algo o picoteando un cristal, sin razón aparente.
Aunque carece de buen juicio, tiene súper vista y súper oído que le permiten percibir el peligro mucho antes que otros animales. Además le basta con extender un poco las alas para correr a una velocidad de hasta 50 kilómetros por hora, a pesar de su peso y tamaño.
He escuchado con tristeza cómo muchos jovencitos se burlan de aquellos a quienes consideran «torpes» porque no patean el balón con destreza, no tienen facilidad para hacer amigos, no entienden los chistes en doble sentido tan rápido y otras cosas. Pero permíteme decirte que se necesita tener un cerebro muy pequeño, poca sabiduría y nada de buen juicio para maltratar a alguien mediante la burla. La torpeza no está en quién reacciona lentamente, sino en quién es muy rápido para burlarse de los otros.
«Ahí tiene al avestruz: […] Yo no le di inteligencia; le negué el buen sentido. Pero cuando se levanta y echa a correr, se ríe de caballos y jinetes» (Job 39:13,17,18).
Tomado de:
Lecturas Devocionales para Menores 2015
“Ciencia divertida para cada día”
Por: Yaqueline Tello Ayala