Tu Biblia dice: «El Señor es mi luz y mi salvación; ¿a quién temeré?» (Salmo 27: 1).
PAPÁ, ha llovido mucho —comentó Rafa—. ¿Cuántos días más va a llover?
—El pronóstico menciona otro día, por lo menos —respondió el papá-. Pero esto no es nada. El diluvio sí que fue abundante y duró cuarenta días. ¿Te imaginas cuánta agua cayó? Tanta agua que cubrió toda la tierra. Desaparecieron los árboles gigantes y las montañas más altas también se cubrieron de agua. Solamente el arca se movía de un lugar a otro. Allí estaban Noé, su familia y muchos animales que se salvaron.
—Pero Noé no tuvo miedo —comentó Giara.
-Sabía que Dios los cuidaba —dijo el papá- Debió de ser muy difícil estar tantos días encerrados en ese barco, pero Noé sabía que era el lugar adecuado para protegerse. Cuando obedecemos al Señor, nos va bien. No debemos temer porque está a nuestro lado para cuidarnos como cuidó a Noé en el diluvio.
Agradece a Jesús porque no tienes que temer, él está contigo siempre.
Gracias a Jesús porque está contigo.
Lecturas devocionales para los más pequeños 2015 “Eres de Jesús” Por: Noemí Gil Gálvez