Como nos recuerdan las citas en la sección Otros ojos, no hay problema con tener miedo. Puede ser una reacción normal saludable, ante una situación amenazante. El problema radica en que dejemos que el temor nos paralice y nos impida hacer lo que es correcto. Valentía significa sobreponerse a esa clase de temor, y hacer lo correcto aún cuando nos de temor.
De acuerdo a la Biblia, hay un lado opuesto al temor. Algunas clases de miedo son saludables. Muchos textos bíblicos nos instan a “temer a Jehová” (en términos de tener admiración y respeto por su poder; a manera de ejemplos ver Salmos 111:10 y Apocalipsis 14:7). También deberíamos temer las consecuencias del pecado (ver Lucas 12:4, 5; Proverbios 14:27). En ocasiones un temor saludable nos puede desanimar de hacer cosas riesgosas, peligrosas o que nos destruyan a nosotros mismos. Piensa en la manera como el temor puede desempeñar un papel importante en tu vida. ¿Cómo puedes diferenciar entre un temor saludable que te mantiene seguro y el temor que te retrae de las cosas que deberías estar haciendo? Pídele a Dios discernimiento y que te guíe al hacerle frente al temor en tu vida.
*Plan de lectura para esta semana* Patriarcas y profetas, capítulo 16 Números 13, 14
Lección de Escuela Sabática Adventista para Jóvenes
2do Trimestre 2015
Lecc. 11 ¡No seas acomplejado!