lunes , 13 octubre 2025
Matinal Para Damas 2014

¿Qué decides?

“Ellos entonces, dejando al instante las redes, le siguieron” Mateo 4:20

Todavía están grabadas en mi mente aquellas palabras del gerente de Recursos Huma­nos de una prestigiosa empresa de Perú, donde yo trabajaba: “¿Dejarás todo lo que has logrado para irte a un lugar lejano, que no conoces, solo para servir a Dios?”.

Hacía casi diez años que ejercía mi profesión de asistente social, y desde el comienzo vi cómo Dios guiaba mi vida, abriéndome una puerta tras otra para ejercer mi carrera. Esto me permitió compartir con otras personas mi fe y mis principios cristianos; y sobre todo conocer a la persona especial que ahora es mi esposo.

Un día me encontré frente a la decisión más importante de mi vida. Labo­ralmente había alcanzado la más alta jerarquía y debía decidir entre seguir trabajando en la empresa o acompañar a mi esposo en la obra misionera.

Desde pequeña mis padres me enseñaron y fortalecieron los principios cris­tianos. Frecuentemente me recordaban que Dios debía ocupar el primer lugar en mi vida. Por eso, cada día meditaba y oraba pidiendo sabiduría para tomar la mejor decisión sin sufrir la influencia de mis compañeros de trabajo, que solo valoraban lo material y carecían de la dimensión espiritual.

En esos momentos decisivos de mi vida, recordé cuando Jesús llamó a Pedro y Andrés para que lo acompañaran en su ministerio, y “ellos entonces, dejando al instante las redes, le siguieron” (Mat. 4:20). La respuesta inmediata de los discípulos fue mi motivación y fortaleza para tomar la decisión de poner en primer lugar a Dios y servirle junto a mi esposo.

Querida amiga, cada día tenemos que tomar decisiones que nos van a poner en uno de dos caminos: servir a Dios o servir a los hombres. El temor y la incertidumbre siempre estarán presentes, pero Dios ha prometido estar a nuestro lado. El tiempo se acorta. Hoy es el día cuando nuestra decisión debería ser: “Yo y mi casa serviremos a Jehová” (Jos. 24:15). Es la mayor misión encomendada también a las mujeres. Ser “discípulas de esperanza” en el lugar donde nos encontremos nos dará el gozo de ver a muchas personas que no conocen a Cristo prepararse para el reino de los cielos. Que Dios te ayude a tomar la mejor decisión.

Rosa Salinas de Novoa, Perú

Tomado de:
Lecturas devocionales para Damas 2014
“De mujer a mujer”
Por: Pilar Calle de Hengen

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