«Que hagas justicia, que seas fiel y leal» (Miqueas 6: 8).
Dios nos dio sus mandamientos. A través de ellos Dios quiere enseñarnos cómo ser felices. El octavo mandamiento es importante para llevarnos bien con los demás.
Dios nos dice en su ley: «No robes» (Éxodo 20: 15). Eso significa que no debes tomar las cosas que no son tuyas.
No puedes quedarte con los juguetes de otros. No puedes ir a casa de los vecinos y arrancar sus flores. No puedes llevarte algo de una tienda sin pagarlo. No debes tomar cosas que no son tuyas.
Pero este mandamiento significa más que eso. Dios quiere que seamos honestos. Si tu amigo tiene un juguete nuevo [muéstrelo], ¿te parecería bien que trataras de cambiárselo por este juguete? [Muéstrele el juguete viejo.] Eso no sería honesto.
Si ya te has comido la mitad de tu galleta, ¿sería justo que trataras de cambiarla por la de tu hermana que está completa? [Muéstrele las galletas] No sería justo. Dios quiere que seamos justos siempre.
Si te pido que guardes tus juguetes, ¿los esconderías debajo de la cama? No sería correcto. Dios siempre quiere que demos lo mejor.
Si queremos ser felices, tenemos que ser honestos.
Querido Dios, por favor ayúdame a ser honesto y honrado. Amén.
Materiales: Un juguete nuevo, un juguete viejo y dañado, una galleta completa y una galleta comida hasta la mitad. Actividad: Aprender sobre la honestidad mediante ejemplos.
Tomado de: Lecturas devocionales para los más pequeños 2014 «¿Qué dice Jesús?» Rosanne C. Tetz