Elena G. de White explica de qué manera tuvo Pablo que adaptar su predicación para alcanzar a las personas en los diferentes niveles de su desarrollo espiritual. Los corintios eran cristianos bebés y, por lo tanto, requerían un enfoque diferente al de los cristianos maduros. Pablo dijo que aún necesitaban de leche. Eso no significa que tenían menos valor que los demás o que su situación era menos relevante. No creemos que los bebés sean menos importantes que nosotros; por el contrario, les damos más cuidado y atención porque son sumamente vulnerables. ¿Tomas en cuenta el nivel de interés espiritual que muestran tus amigos al momento de hablar con ellos de tu vida con Dios? ¿Consideras que ya eres un cristiano maduro? ¿Qué piensas que puedes hacer para crecer en tu experiencia espiritual?
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Plan de lectura para esta semana* Los hechos de los apóstoles, capítulos 25, 26.
Lección de Escuela Sabática Adventista para Jóvenes 1er Trimestre 2014 Lecc. 12 Esperanza a toda prueba