Hay muchos ángulos desde los cuales podemos observar lo que es la soledad, podemos decir que es bueno estar solos cuando necesitamos pensar, meditar un poco en nuestros planes o recibir un poco de inspiración. Para algunos encontrarse solos es aburrido y desesperante, no hay con quien hablar no hay mucho que hacer simplemente aburrido. En unos casos cuando la situación se pone difícil es duro estar solos, sin sentir una mano amiga en quien apoyarse aunque, para otros es mejor vivir los duelos en la soledad de sus cuartos. Hay algunos que aún rodeados de gente se sienten completamente solos y vacíos y así podríamos definir infinidad de situaciones en las que la soledad puede tomar un significado diferente, lo único claro e importante es que por mucho que disfrutemos de momentos a solas, es más el tiempo que disfrutamos cuando nos encontramos en buena compañía y quizá se deba a que fuimos creados como seres sociales.
Y ahora tú ¿qué piensas de la soledad? ¿Cuántas veces te has sentido solo aún estando acompañado? ¿Cuántas veces has tenido la absurda idea de que nadie te ve ni se preocupa por ti?
No sé cuántas veces te haya sucedido esto, pero algo sí se y es que ninguna de esas veces estuviste realmente solo, incluso hoy no estás solo. Quizá la respuesta de Dios no haya sido la que esperabas, quizá las cosas no estén saliendo como mejor quisieras, quizá este trecho del camino está lleno de piedras, pero nada de eso importa. Lo único que realmente importa, sin tener en cuenta qué suceda, es que no estás solo.
Jesús después de haber resucitado te dijo “…y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo…” (Mateo 28:20) Jesús estará no sólo todos los días de tu vida, sino todos los días hasta el fin del mundo. Ha estado y estará incluso después de que tus días acaben, ha estado y estará todos los días en los que aparentemente estuviste solo; algunas veces en las palabras, el abrazo y el amor de un gran amigo, otras en la preocupación de tus padres. Algunas veces en el sermón que escuchaste en la iglesia, en esas líneas que leíste de la biblia y hoy quizá en esta meditación. Hoy una vez más diciéndote que no estás solo, que El estará contigo. Diciéndote. espera, confía, mi voluntad es darte la vida eterna.
No importa cuánto tienes hoy en tus bolsillos, no importa cuánto hayas perdido. Finalmente todo lo que tienes, lo que tuviste y lo que algún día llegarás a tener ha sido y será solo Gracias a Él, Al dador de la vida, A Jesús. Por eso hoy es un día para reconocerle aún en lo que parece la soledad, y comprender que no tenemos nada además de él. Hoy mi querido amigo no estás solo, Cristo está contigo, y lo estará Todos los días Hasta el fin del mundo.