«Todas sus promesas son dignas de confianza»
(Proverbios 30: 5).
Hay cosas que siempre ocurren de la misma manera. El sol, por ejemplo, sale cada mañana. Imagina que eres el sol que está saliendo. Agáchate y encógete, y comienza a levantarte y estirarte. ¡Ya amaneció!
Hay cosas que siempre puedes esperar con confianza. Cada primavera vemos las flores. Imagina ahora que tú eres una flor. Primero eres una semillita, luego creces y echas hojas y pétalos que recibirán la luz del sol.
Hay cosas de las que puedes estar seguro. Deja caer esta almohada. ¿Qué pasó? Cayó al piso. ¿Qué pasará si lo vuelves a hacer? Volverá a caer. Siempre ocurrirá lo mismo si la dejas caer.
Hay cosas en las que puedes confiar. Súbete al sofá, y cuando estés listo salta hacia mí. Yo te voy a atrapar para que no te golpees contra el piso. Puedes confiar en mí.
También puedes confiar en Dios. Él siempre nos protege y cumple sus. promesas.
Puedes confiar en la Biblia porque es la Palabra de Dios. Y Dios siempre dice la verdad.
Querido Dios, confío en ti. Amén.
Materiales: Un objeto que pueda dejar caer sin peligro, como una almohada; un sofá u otro lugar desde donde el niño pueda saltar de manera segura. Actividad: Aprender a confiar en Dios.
Tomado de: Lecturas devocionales para los más pequeños 2014 «¿Qué dice Jesús» Rosanne C. Tetz