¿Alguna vez te has encontrado con algún amigo que esté pasando por alguna situación difícil y sin darte cuenta te conviertes por un instante en la persona más positiva del mundo? Hablas del amor de Dios, de que todo es posible, de que todo pasará.
Luego pasan algunos días y te sorprende la inesperada situación de que ahora eres tu quien se encuentra del otro lado de la historia, angustiado, sin ver una salida, tratando de confiar en esas palabras que hace unos días le decías a tu amigo en problemas, y que hoy has olvidado el significado para ti.
Constantemente damos por sentado que tenemos la protección de la mano de Dios en nuestra vida, y de hecho es así, pero lo asumimos a tal punto que olvidamos valorar cada instante que su poder salva y hace milagros incalculables en nuestras vidas, tanto que cuando llega el momento de confiar que Dios puede hacer lo imposible, dudamos. Y quizá dirás, yo confío en que Dios puede hacer esto por mí pero, ¿En realidad lo crees?¿Tu corazón vibra al pensarlo? ¿Qué tan preocupada esta tu alma por eso que aparentemente ya dejaste en manos de Dios?
Hoy he venido a contarte de un único Dios, tu Dios y mi Dios, ese que ya nos amó, que tiene el poder para sanar tu corazón de cualquier dolor, que mueve montañas de obstáculos, que abre mares de respuestas negativas, que rompe todo cerrojo, que está dispuesto a caminar de tu mano, y que sin lugar a dudas ya murió por ti. «El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?» (Romanos 8:32)
Ese mismo Dios quiere hacer por ti ese milagro que necesitas en tu vida, pero tu fe será la única que podrá activar su poder en ti. Confía, confía como nunca antes has confiado, cae de rodillas y pídele a tu padre que cumpla su promesa, recuerda que no hay nada imposible para Dios y que no importa cuál sea tu problema o si no ves la salida, La ayuda está en camino, la ayuda es Cristo Jesús.
Escrito por: Jazmin Barros Navarro ¿Confías en Dios? Narrado por : Jazmin Barros Navarro