Vivimos bajo una forma representativa de gobierno descrita por los hombres que dieron libertad a nuestro país, algunas de las frases de estos hombres son «del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, el respeto al derecho ajeno es la paz».
Desafortunadamente, pocos de nosotros nos tomamos el tiempo de dar a conocer a nuestros representantes lo que realmente sentimos acerca de los asuntos que nos conciernen.
Las cartas y llamadas telefónicas que dirigimos a nuestros funcionarios locales, representantes, y senadores hacen una diferencia, y estas personas ciertamente necesitan oír de nosotros. Permítame ofrecerle unas pocas ideas que pueden ayudarle a hacer sus cartas lo más efectivas posible. Primero, sea breve, y limite cada carta a un tema o materia de legislación. Esto facilita a su destinatario responderle y a su personal organizar la correspondencia. Si la carta trata de una moción específica, identifique ésta por nombre y número. Segunda idea, haga su carta personal. Las cartas circulares y las tarjetas postales tienen su lugar, pero las cartas personales reciben más atención. Describa cómo la moción o curso de acción le afectaría a usted y a su familia o a su comunidad. Dé también la información esencial acerca de las circunstancias. Y en tercer lugar, recuerde que los oficiales electos reciben miles de cartas de queja y muy pocas respuestas positivas.
Si un oficial público dice o hace algo que a usted le gusta, corresponda con una pronta nota de reconocimiento, y no olvide que la democracia funciona mejor cuando el pueblo da a conocer sus necesidades y deseos.
Jesús nuestro Señor claramente nos dijo en los evangelios «Dad Cesar lo que es de Cesar y a Dios lo que es de Dios» tratemos de cumplir este cometido respetando nuestras leyes y ayudando en lo mejor posible a nuestra comunidad.
Escrito por: Dr. James Dobson El corazón del Hogar. Narrado por: Mario Palafox Martínez